En este artículo quiero dirigirme al tema de como curar el alma. Es un punto muy importante y al mismo tiempo complejo, debemos empezar por preguntarnos: ¿Cómo es que concluimos que nuestra alma debe ser curada? ¿En qué nos estamos basando?
Te pido mirar dentro y cuestionarte estas 2 preguntas antes de seguir leyendo, de esta manera podrás beneficiarte realmente de este artículo.
Ahora bien, vamos a profundizar en la cura del alma para ver si está en realidad necesita curación o es otra parte de nosotros.
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Si somos objetivos, el Espíritu, tu alma, tu ser, no necesitan ser curados pues ya son perfectos, Dios los hizo así. Recuerda que estamos hechos a imagen de Dios. El cuerpo enferma porque refleja el estado de la mente. Una mente que se considera enferma crea un cuerpo enfermo. Una mente sana hará un cuerpo sano.
En realidad tu alma es un reflejo puro de Dios, es su conciencia individualizada, es eterna, perfecta, e inmutable. Lo que hace que nosotros pensemos que el Alma necesita curarse es cuando se olvida de su naturaleza y se identifica con el ego, con la mente, con el cuerpo.
Para curar la mente solo debes ver en el interior, reconocer al ser que vive ahí, aceptar lo que Su Padre le ha dado. Para curar la mente debes reconocer a los demás como tus iguales, en pocas palabras, curar es Perdonar.
El Perdón es reconocer que todo evento a mi alrededor no es más que una ilusión, algo que yo he creado y por lo que puedo volver a elegir. Los errores no necesitan castigo, solo necesitan corrección.
La idea de curar el alma
Cuando en nuestro interior se ha plantado la idea de curar el alma, es porque hemos experimentado el sufrimiento en alguna de sus modalidades, más allá del plano físico.
Es fácil saber que hacer cuando físicamente estamos mal, es, en apariencia, simple hacer un diagnóstico y encontrar los remedios.
Sin embargo, cuando los males están nuestro interior, cuando el dolor y el sufrimiento trascienden la parte física, cuando estos males se arraigan profundamente en el interior, es cuando pensamos que lo que se ha enfermado es el alma.
Esta idea es contraproducente debido a que, de manera inconsciente, estamos renunciando a nuestra esencia y al único método que en realidad tiene la capacidad para curar nuestro sufrimiento, la espiritualidad.
Para lograr una sanación, es preciso aferrarnos al alma, a nuestra verdadera identidad, más allá de roles de vida, apegos, compulsiones, deseos y hábitos.
La espiritualidad nos permite recordar que somos espiritu, que somos inmutables, que somos parte Dios. Lo que en realidad nos libera de las ataduras del ego es la conciencia del alma.
Tu alma está esperando que tú la recuerdes, con paciencia eterna, con una voz tenue, te llama, te invita a recordar quién eres. A través de la intuición intenta guiarnos por la senda adecuada para volver a Dios.
A través de la meditación y la introspección podemos experimentar estas verdades expuestas en todas las escrituras sagradas de las diferentes religiones.
Si crees que necesitas curar el alma, recuerda lo que hoy expusimos, y, sobre todo pon en práctica la introspección y la meditación. Los resultados que vas a experimentar son magníficos.
Permíteme recomendarte el siguiente video, es una poderosa meditación para comenzar a abrirnos al poder curativo del alma, que en última instancia, es la que nos sana e cuerpo y la mente.