Hoy quiero compartirte las principales razones por las cuales no podemos avanzar en nuestra vida espiritual. En esencia son simples, pero por lo mismo se esconden fácilmente. Antes de empezar, me gustaría preguntarte ¿qué te pasa por la mente cuando te preguntas: por qué no puedo avanzar en mi vida espiritual?

Este ejercicio, de forma inmediata, provocará dentro de nosotros un pequeño ejercicio de introspección. Nos hará visualizar los motivos por los que en verdad nos sentimos estancados espiritualemente.

De igual forma, es excelente cuestionar lo que para ti representa el progreso espiritual, ¿cómo lo visualizas?, ¿en qué consiste?

Esto te lo comento porque la espiritualidad no necesariamente tiene que ver con una religión, ni siquiera con una secta, la espiritualidad tiene que ver con el encontrarse con un Yo interno, esa parte de nosotros que puede vivir en armonía consigo mismo y con lo que le rodea.

Ahora, respondiendo de forma concreta a la pregunta planteada…

¿Por qué no puedo avanzar en mi vida espiritual? La razón por la cual no podemos avanzar en nuestra vida espiritual es porque el flujo de nuestra conciencia va dirigido hacia los sentidos, los hábitos, las compulsiones y las emociones negativas, cuando esto sucede, de forma automática, nuestras tendencias espirituales son opacadas por el velo de la ilusión. Aquí solo vemos negatividad y percibimos todo menos lo espiritual.

Es importante volvernos conscientes de que todo esto está teniendo lugar dentro de la mente y es alimentado por situaciones que se dan a nivel externo, sin embargo, siempre tenemos a nuestra disposición la fuerza de voluntad para elevarnos por encima de estas tendencias.

Para fortalecernos es muy recomendable tener un método que nos enseñe a entrenar nuestras tendencias espirituales, para que, cuando lleguen las pruebas, tengamos la voluntad suficiente para trascenderlas con éxito y fortalecer la espiritualidad.

Medios que ayudan a crecer espiritualmente

Existen muchas formas de desarrollar la parte espiritual en las personas. En Na-Sá Curarte Tú usamos el Curso de Milagros como guía para avanzar por este camino, donde aprendemos a percibir de manera correcta y a unirnos con los demás en la mente.

El Curso de Milagros plantea que nuestra mente se encuentra dividida, y, constantemente, elegimos entre nuestra mente recta o a parte del Espíritu Santo y nuestra mente egoica a la que simplemente llamamos ego.

Cuando nos dejamos guiar por la mente recta sentimos paz y amor, podemos unirnos a los demás, no podemos sentir miedo o duda, pues sabemos que una mente superior está guiando nuestros actos y de esta manera no juzgamos los resultados.

estancamiento espiritual

El estancamiento espiritual y su relación con el ego

Cuando dejamos que el ego tome las riendas de todo es cuando comienzan los problemas, las enfermedades y las carencias. El ego solo sabe elegir para sí mismo, no piensa en los demás, así también el ego en realidad no sabe lo que más le conviene, pues siempre elige pensando en sus propios deseos y muchas veces lo que quiere obtener no es lo que necesita obtener.

El ego es la única cosa que la espiritualidad busca erradicar, pues es la causa del miedo, la separación y la culpa. Cuando sientes que no puedes avanzar por un camino más espiritual es por que has decidido en favor del maestro incorrecto (Tu propio ego).

El ego constantemente tratará de decirte que no se puede, que no debes, que no es así, que es muy difícil, que estabas mejor como estabas antes. Tratara de separarte de los demás o de ti misma. Esta resistencia se da principalmente por que no quieres dejar de sentirte especial.

El especialísimo es una de las mejores estrategias del ego para asegurar que no decidas ir en favor de una vida espiritual. Ser especial no solo se trata de verte superior o mejor que los demás, también puede ser todo lo contrario, eres especial por que eres inferior, carente o simplemente crees que no lo vales. Ya sea una o la otra, esto es lo que te hace cuestionar las enseñanzas del Espíritu, pues no querrás dejar de ser tú, aunque esto sea dañino y no te permita sentir paz.

Cuando sientas que no puedes avanzar por esta senda, hazte la pregunta ¿A qué es a lo que me quiero aferrar? ¿Por qué no puedo permitirme soltarlo? Y, haciéndote consciente de aquello que te bloquea, puedes elegir simplemente soltar o por lo menos ya tendrás un punto por el cual empezar. Recuerda que soltar no es sacrificar cosas, soltar es liberarte de las cadenas que tu solo te has puesto.

Pues elegir ser esclavo de tu propio ego o puedes elegir la libertad que te pertenece y que el Espíritu trata de que recuerdes. Tu decide.

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