Hoy te quiero compartir lo que en realidad es el amor en lo espiritual, me he dado cuenta que es una palabra que se utiliza muy a la ligera estos días, así que resulta oportuno hablar acerca del amor espiritual para redefinir nuestros conceptos y sobre todo, que intententemos experimentar dicho amor para comprobar su existencia.

Cuando pensamos en el amor espiritual, estamos habituados a mantener nuestro concepto en el plano religioso y pensamos que este solo está haciendo referencia a nuestra relación con Dios.

Sin embargo, he comprobado que es aquí en donde radica el problema al definir el amor espiritual, ya que por definición y sobre todo por intuición, el amor espiritual no conoce límites, es infinito.

Si lo limitamos, según nosotros, a nuestra relación con Dios y conscientemente omitimos nuestras demás relaciones, ¿no a caso estamos intentando limitar aquello que es ilimitado?

¿Qué es el Amor Espiritual?

El amor espiritual es ese sentimiento divino que nos hace experimentar bienaventuranza, es un sentimiento que va más allá de nuestro cuerpo, sentidos y pensamientos, es la experiencia de una realidad superior. Es ilimitado, incondicional y lo abarca absolutamente todo. Aquel que vive el amor espiritual no hace diferencias en sus relaciones sociales ni pone atención a juicios ni roles de vida porque su amor es una realidad que existe más allá de los marcos de referencia familiares y sociales.

¿Cuál es tu concepto de amor? Tal vez podamos definirlo como la expresión máxima de afecto por otra persona. La literatura, la música y otras áreas nos han enseñado que el amor es vivir de otros, morir de otros.

Pero ¿en realidad es esto el amor? El amor no tiene por que ser un apego muy fuerte por otra persona en el que proyectamos nuestros deseos.

El Amor de hoy V.S. EL Amor Espiritual

Si tomamos el Amor Espiritual que describe el Curso de Milagros, hablamos de un Amor libre, el respeto por el ser y hacer de los demás, hablamos de aceptar a los demás tal y como son, no cambiamos nada.

En este texto quiero abordar el concepto erróneo que tenemos sobre el amor, así también un concepto más apropiado. Para esto lo vamos a dividir en dos tipos de relaciones: La relación especial o de odio y la relación Santa.

Antes de empezar quiero aclarar que por relación no solo me refiero a la relación de pareja, esto incluye cualquier tipo de relación: Con otra persona, con una actividad o trabajo, con un lugar o hasta con un objeto.

La relación especial o de odio

Aunque te suene increíble, esta es la relación más común que existe, me atrevería a decirte, querido lector, que apostaría a que tienes varias relaciones como esta.

¿De que va una relación de odio? Es muy simple. Las relaciones de odio se construyen a base de proyectar eso que necesito o que creo que me hace falta sobre alguien o algo más.

Todas las personas, consciente o inconscientemente tienen una lista mental de características que esperan de los demás (puede ser una pareja, aunque también puede ser un familiar, un jefe, un empleado, un amigo, etc.) y cuando conocen a alguien que puede tener la mayor parte de las características se da la fijación. Pero, como no cumple con la mayor parte de las características que yo espero de la otra persona, inconscientemente proyecto esas cualidades faltantes, y me hago a la idea de que la otra persona es así, y entonces es perfecta.

¿Qué va a pasar cuando te des cuenta de que no es así? Ahí es donde comienzan los problemas, pues comienzas a ver los defectos, las cosas que pensabas que esa persona tenía ya no están (en realidad nunca estuvieron) y entonces te sientes en el derecho de recriminar, de exigir que la persona cambie, de que se ajuste a lo que tú quieres y necesitas.

Cuando comienzas a querer cambiar a la otra persona, entonces es cuando se ha creado la relación especial o de odio.  Ya no amas a la persona en sí, amas lo que esperas que sea, y entonces la persona pasó a segundo plano.

La relación especial no entiende, no acepta, no tolera. La relación especial espera cambiar al otro para que cumpla absurdas fantasías de lo que espero que sea para mi. Me convenzo a mi mismo de que es la otra persona la que está mal y no yo.

Es una locura ¿No? Pues te diré. Has un análisis de tu vida, a cuantas personas que consideres cercanas quieres cambiar para que sean como tu quieres. Y no solo eso, ¿A cuantos proyectos, eventos, situaciones no aplicas el mismo sistema?

Afortunadamente existe la contraparte de esto.

La relación Santa

No te dejes llevar por el nombre, no es nada religioso. Una relación Santa tiene que ver con el aprendizaje, el crecimiento personal y espiritual, con el apoyo y cariño puros y, sobre todo, con la aceptación del otro, así como es.

Suena muy fácil ¿No? Debes saber que el ego te va a querer convencer de que no es así, pero tu puedes hacerte consciente de cuando estás tratando de manipular a la otra persona para que sea como tu quieres. Es desde aquí cuando comienzas el camino de aprendizaje que da razón a la relación Santa. Aprendes a conectar con la otra persona, ver como percibe, como piensa, aprendes a aceptarlo, así como es, sin mover nada, sin cambiar nada. Este es un primer paso para aplicar este conocimiento con el mundo, con los que te rodean.

Si aprendes a hacer esto, ya no habrá problemas, por que ya no habrá diferencias. Entiendes al otro, y, aunque no sigas sus prácticas, respetas su forma de pensar y entonces el otro se siente aceptado.

Características del Amor Espiritual

Espero este texto sea claro para ti y te deje ver la diferencia entre el amor efímero que hemos creado y el Amor real.

El Amor es algo que no entiende de razones, no tiene lógica, no tiene física y mucho menos tiene niveles. No te engañes diciendo “Es que, si le amo, pero poquito”. El “poquito” no existe en el amor. Lo haces o no lo haces.

El Amor real no entiende de tiempo y mucho menos de espacio, bien puedes amar a alguien a kilómetros de distancia, así como a alguien que trascendió hace años.

El Amor es el único fenómeno capaz de cambiar cualquier cosa en el mundo, tiene el poder de sanar, de crear vida y sobre todo de unir a las personas. La unión es la clave de la paz, todos lo decimos, pero muy difícilmente lo llevamos a la práctica.

El Amor es el único regalo que puedes dar mil veces y jamás lo vas a perder, al contrario, se retribuye, crece, se expande como el fuego sobre pasto seco. Cuanto más Amor das, más Amor recibes. Afortunados los que son millonarios de Amor, por que en ellos no existe el miedo.

Recuerda que el Amor no encadena, al contrario, permite la libertad.

Existen solo dos caminos como dice mi Maestro Miguel Ángel, el camino del Amor o el camino del miedo ¿Cuál eliges tú?

Te invito a que juntos descubramos el camino del amor da clic en el enlace de abajo.